Mis secretos gritan fuerte. No tengo necesidad de lengua. Mi corazón ofrece hospitalidad, Mis puertas se abren libremente. Una épica de los ojos Mi amor, sin ningún disfraz.
Mis verdades están todas previstas, Esta angustia revelada a sí misma. Estoy desnudo hasta los huesos, Con la desnudez me escudo. Lo que uso es el mí mismo: Conservo sobrio el espíritu.
La ira permanecerá, Los actos dirán la verdad En lenguaje exacto y puro Detengo la engañadora boca: La furia reduce mi más claro grito A una agonía tonta.
Autor del poema: Theodore Roethke
|