Parado bajo el mismo cielo que me vio nacer,
Es el mismo cielo detenido,
Se anclo en el tiempo y en la sangre.
Es un jardín místico de estrellas y cometas.
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Es un silencio inmenso y señorial,
con la tranquilidad total de la nada.
El lugar donde el reflejo se muere,
todo se ve sin luz, todo es gris y opaco.
Es como tener un otoño intimo.
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Se advierte la soledad, se puede tocar.
Se coloca su traje azul abandonado.
Quieto y tranquilo; total silencio
Va a su lugar de costumbre, su esquina.
donde todo se refleja en un espejo vacío.
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En lo mas común y sencillo, se crean las sombras,
Es como cuando se notan las lagrimas de unos ojos tristes.
Es un asombro perdido en el camino de la nada.
Como dejar abandonado un verso, a un desconocido destino.
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Adiós aves de la plaza, de la vieja torre, de mi destino.
Arboles de vieja edad, que vieron nacer al sol.
El limite es el cielo de nuestros mitos, cuentos y leyendas.
Lugar donde se callan los lamentos en un coro de ecos
y un reflejo infinito,de un espejo vacío.
RAFAEL VICENTE PADRÓN RUÍZ .