Cuando fue la última vez que vi las estrellas, no sabría contestarte, para un adulto la vida es demasiado compleja como para poder detenerse a perder el tiempo en pequeñeces, sin embargo ahora que estoy mirando desde mi ventana, el cielo luce igual de hermoso que cuando era un niño.
Sé que talvez esto no es lo que querías escuchar, pero no se me ocurrió como empezar esta historia, creo que debí usar había una vez, pero no me gusta mucho usar frases hechas. Creo que será mejor que inicie presentándome, Soy Nicasio Andrade, socio de una concesionaria y gerente de una sucursal muy importante, siempre he sido entregado a mi trabajo, pasaba días, e incluso semanas trabajando sin descansar para que la empresa salga adelante….
Un día que me encontraba revisando cifra de acciones en mi oficina, escuche un ruido, al parecer era el ascensor se había atascado, y alguien se encontraba en su interior, ya era muy tarde y los guardias no estaban disponibles, así que me levante de la silla, y trate de forzar la puerta para abrirla, no había mucho que hacer con mis fuerzas mortales, así que fui en busca de una palanca en el cuarto del conserje…
Abrí la puerta y cuando entre en su interior había una niña, lloraba intensamente, parecía que se había perdido, su vestido era pasado de moda, parecía una muñeca de trapo, su pelo era de color castaño como el mío, era una niña de campo. Toque su hombro y le dije: ¿Qué haces aquí? ¿De dónde eres niña? ¿Dónde están tus padres? – como si en un interrogatorio estuviese, ella solo me miro a la cara, no me contesto, solo me miraba, sus ojos ya la fuerza con que clavo su mirada en la mía, me apreciase de manera muy singular, era como un sentimiento de Deja Vuh. Me dijo con voz entre cortada que se llamaba Clara, y que se había quedado dormida bajo el árbol plantado en su patio, y que al despertar ella estaba en el ascensor.
Lo primero que pensé que es que fue secuestrada, y que debía llamar a la policía, así que pensé: lo mejor será dejarla con el guardia y que él llame a los agentes…. No fue así, mi plan fallo, Clara se quedó en mi oficina y no quedaba quieta ni un solo instante. La regañe con dureza, le dije que si no estaba quieta yo no podría hacer mi trabajo…
Clara tomo mi mano y se acercó a la ventana, me pregunto:
¿Por qué trabajaba?- le dije que para poder ganar dinero, y clavo nuevamente su intensa mirada en mí y dijo: ¿Para qué te sirve el dinero?, le grite que no me molestara y que debía terminar mi trabajo, sin embargo ella insistió, le dije que con el dinero podría comprar las cosas que necesito para vivir…a lo que me dijo: los hombres necesitan el sol para vivir, la luna, las estrellas, el aire y la vida misma, ¿tu compras todo eso?
Me enoje con ella y le dije que no entiende la cosas de los adultos, me di la vuelta y me dirigí a mi oficina a terminar mi trabajo ya muy enojado, cuando de pronto una luz cubrió a Clara y me grito: - Has olvidado lo que te enseñe hijo, trabajar, para vivir, y disfrutar de lo bello que hay en la vida, tu ahora estas trabajando para vivir y vives para trabajar. Hijo no gastes tu vida así, has olvidado lo que me decías cuando tu padre llegaba noche a casa, tu querias jugar con él, pero estaba demasiado cansado, te ponías triste porque nunca te fue a ver a ningún juego, y ahora tú vives hasta alta horas de la noche laborando, y no disfrutas de la vida, sal un momento, enamórate, aunque te rompan el corazón, camina aunque después caiga la lluvia, mira las estrellas que hay cosas más valiosas en la vida que el mundano Dinero….Hijo cuídate y ven a vernos a tu padre y a mí de vez en cuando…
Clara desapareció, al parecer era el alma de mi madre que me había encontrado, recuerdo que me quede frio en ese instante que ya no regrese a mi oficina, me fui al ascensor y me senté allí y me puse a llorar. Regrese a casa ya a más de la media noche… Deje de trabajar hasta tan tarde, administre mejor mi tiempo, pues ahora no importa cuán largo sea el trabajo, que deba hacer, siempre tengo tiempo para ver a mi madre y disfrutar de las estrellas que tanto ame de niño
Galo Fernando Altamirano Zamora