SONETO
Del día el día huyendo se deshace,
muere de la vida en manos la vida,
jara veloz el tiempo, que, homicida
de las horas bajo su vuelo yace.
Presto corre secreta la edad, y hace
del engaño silencio persuadida;
cae la prudencia de ambición mordida,
al ciego, artera la visión le place.
Del paso el eco cansino suena,
cierra el mañana el antaño; marchando
el hogaño corre, ¡qué un punto dura!
Es el movimiento escarda segura,
va los instantes, ligero, segando;
muerta la jornada yace en l´arena.
Luis Varela