DESOLACIÓN.
Prosigue, despejada está la puerta, entra si quieres, eres bienvenida, no a mi alma que aún se encuentra herida, y para ti cerrada, casi muerta.
La luz de tu recuerdo no despierta locuras de pasión antes sentida, algo triste verdad? así es la vida, y el alma que te mira está desierta.
Ahora soy desdén, soy lo negado, lo que no pudo ser, soy lo llorado, y el amor que sentí, se está perdiendo.
Eres dolor, hastío, pena, muerte, contigo lo mas puro se pervierte, ¡pero Dios! si es por ti que estoy muriendo.
KIN MEJIA OSPINA |