AGONÍA DE LA ESPERANZA.
Mis ojos no te ven...
hay ausencia en mi mirada,
no es herida soldada
al ritmo del vaivén.
Mi cielo es gris y triste
presagia un funeral,
como gran vendaval
¡raíces descubriste!.
Que sin agua ni tierra
se fueron a airear
lograste destrozar...
¡un árbol de la sierra!
intacto, limpio y tierno,
que con real cariño,
entregó alma de niño,
¡y lanzaste al infierno!
Era un fresco arbolito
la sombra prodigaba
al que solicitaba,
era muy favorito.
¡La esperanza da brío!,
tiene con vida al pobre
las palabras de un sobre,
¡son frescor de rocío!.
¡ya se esfuma la espera!
¡se diluye la vida!,
¡falta en mi la medida...!
¡ojala yo te viera.!
Celeste.