Reconciliación
Medito sólo, en tu ausencia a todas horas
A pesar de la fortaleza de mi existencia
Sufro en silencio, me imagino que lloras
Por haber lastimado mi débil resistencia.
Me refugio en las hojas del viejo poemario,
A leer historias de romance y dulce pasión,
Mientras a lo lejos se oye el campanario
Que me recuerdan los latidos de tu corazón.
En la ermita, la Virgen escuchó mi oración
Al transitar en la playa afligido y solitario,
Tú, surges a mis ojos como una dulce visión
Nos besamos poniendo fin al cruel calvario.
Tomados de la mano disfrutamos del mar
Besos ardientes como el sol del atardecer
Mientras, las curiosas olas nos miran pasar
Fusionados en la arena, hasta el amanecer.
Qué tarde más hermosa comente a mi amada,
La mejor de nuestras vidas, me murmuro ella
Esta playa esta bendita y por cierto encantada
Brindemos amor con el vino añejo de esa botella.
Luis G machado S.