Lento en su caminar va Jesús
llevando el peso infamante de la cruz…
La muchedumbre le sigue enardecida
sin gestos de piedad, endurecida…
Camina con pasos tardíos, taciturnos,
cargando el madero de sus infortunios.
y deja al cumplirse su destino
un reguero de sangre en el camino.
Avanza, tortuosamente, al sacrificio
soportando el dolor de su suplicio
Pronto vera el final de su quebranto,
entre los brazos de su Padre Santo…
El precio de una humanidad perdida
lo paga con dolores de su herida.
De las maltrechas carnes nazarenas
brota sangre bendita de sus venas.
Por redimir al hombre del pecado
sube al calvario y es crucificado.
No muere la esperanza. El Cristo amado.
Vence la muerte…, ¡ Ha resucitado¡…