Es el único insecto que
proporciona alimentos a los seres humanos. Peligra su existencia. Los
apicultores de todo el mundo reportan disminuciones de hasta un 90% en sus
colmenas.
El Instituto Earth Wathch
declaró a las abejas como la especie más valiosa del mundo en el último debate
de la Sociedad Geográfica Real de Londres valorando su más extensa función en
la cadena natural que es la polinización sin la que definitivamente la vida en
el planeta sería imposible.
La abeja es el único
insecto que proporciona alimentos a los seres humanos, recordó el instituto
británico.
La biodiversidad es el
proceso de interacción entre los seres vivos y el planeta, la relación entre
sí, y por supuesto, la respuesta biológica del medio ambiente hacia las
especies. En este proceso la abeja tiene una función vital ya que la
agricultura mundial depende en un 70% de estos insectos, dicho más claramente
70 de cada 100 productos que usamos para alimentarnos dependen exclusivamente
de las abejas. El equilibrio se explica por sí mismo: Sin la polinización las
plantas no podrían reproducirse y sin plantas la fauna también desaparecería y
en consecuencia, los humanos.
Una de las hipótesis que
explica la desaparición masiva de las abejas es la telefonía móvil. Esta
conclusión definitiva fue afirmada por el Instituto Federal de Tecnología de
Suiza luego de probar que las ondas emitidas durante una conversación son capaces
de desorientarlas hasta llevarlas a la muerte, al conseguir que pierdan el
sentido de dirección y con esto su dinámica de vida.
Mediante más de 83
experimentos el investigador y biólogo Daniel Favre demostró inequívocamente
que ante la presencia de una comunicación celular las abejas producen un ruido
diez veces mayor que el habitual y este comportamiento es el que usan para
avisar al grupo que urge abandonar la colmena ocasionando el fenómeno CCD o
“problema de colapso de las colonias”.
La otra, por supuesto, es
la del uso de pesticidas en la fumigación de los cultivos. Estos productos
contienen sustancias químicas que actúan como neutoxinas y se adhieren a los
insectos al libar las flores. Posteriormente son acarreados a las colmenas
donde contaminan el resto de los productos que procesan en común como la cera,
propóleos y diversas mieles con la fatal consecuencia de afectar al resto del
panal incluida la abeja reina sin la cual la colmena desaparece
indefectiblemente. También al ocurrir estas migraciones masivas, las crías o
larvas quedan abandonadas y lógicamente también desaparecen.
Para la comunidad
científica es muy difícil plantear soluciones susceptibles de ser ejecutadas.
La organización
internacional Greenpeace propone, por su parte:
- Investigación y
seguimiento de la salud de las abejas.
- Prohibir inmediatamente
el uso de plaguicidas tóxicos.
- Fomentar alternativas
agrícolas naturales.
- Crear un sistema de áreas
protegidas libres de telecomunicaciones.