Mantos de ébano en donde nacen profundos ríos rojos Versos que arden intensos como carbones escarlatas Transfigurados en el tiempo caminan los negros verdugos Colgándose bajo el viejo puente las hembras y los machos
Sacuden de polvo y paja, las pardas y raídas vestiduras Dibujándose en las verdes aguas, rostros de ausencias Transeúntes de pesadillas montados sobre fieras bestias Largas cortinas de sedas, desgarrándose sobre la almohada
Silenciosa dama, tu morada esta en las verdes colinas ¿Qué haces llorando sobre los jades jaspeados? La amarga y ácida cascada que mana de tu diáfana mirada Por la erosión perderá para siempre sus inmensos brillos
En la profundidad de las pupilas un rostro amorfo se asoma Tejiendo entre los dedos cantos extraños a las penas Piensa en cómo detesta las ruinas que observa a lo lejos Deshonrado y cabizbajo parte el Dios de los Sueños
Deseoso de pintar en el éter fastuosos episodios turquesas No supo cuidar la tierra en la que él mismo se entregaba a los sueños Entre las manos lleva los trozos del noble músculo Que ya no late.Que yace muerto
Los cuervos finalmente gritan preparando nuevos nidos JUANITA