La historia de Julián Ríos, Antonio Torres y el brasier que detecta el cáncer de mama es una muestra de que,
en ciertas ocasiones, el amor es el principal motor para el progreso y la invención.
Cuando tuvo que enfrentar la realidad del cáncer de mama que le fue diagnosticado a su madre,
Julián Ríos era apenas un niño.
Su fascinante misión comenzó con una búsqueda de Google y ha resultado en uno de los inventos
más útiles en la historia del combate a esta terrible enfermedad.
Con la ayuda de Antonio Torres y otros dos compañeros de la prepa,
Torres fundó Higia Technologies cuando apenas tenía 17 años.
A través de esta compañía desarrollaron los primeros prototipos del famoso brasier.
¿Cómo funciona el brasier que detecta el cáncer de mama?
La idea es tan sencilla que resulta elegante: gracias a biosensores adaptados a la prenda,
los cambios de temperatura, forma y peso de los pechos se miden constantemente.
Cuando estos indicadores arrojan la posibilidad de un tumor, el usuario es alertado a través de una aplicación móvil.
Aunque México tiene baja incidencia de cáncer de mama con respecto a otros países del mundo,
más de 6 mil mujeres mueren cada año en nuestro país a causa de este padecimiento.
Aún más alarmante es el hecho de que somos el país miembro de la OCDE con menor número
de mastógrafos por cada millón de habitantes -apenas nueve.
EVA, el invento de Julián Torres y compañía, tiene el potencial de prevenir miles de casos de cáncer de mamá,
no solo en México sino en todo el mundo.
Actualmente, los prototipos están siendo sometidos a pruebas y necesitan certificaciones y validaciones
de organismos internacionales antes de poder ser usados para dar diagnósticos.
Sigue a Julián Ríos en Twitter si quieres estar al tanto de la evolución de EVA y Higia Technologies y lo que
se viene para estos prometedores inventores mexicanos.