Esto era una galleta
que se llamaba María
y tenía una amiga
apodada Fontaneda.
Apretujadas viajaron
dentro de la misma caja
afianzando su amistad
confiándose una a otra
Una tarde de verano
a la hora de la merienda,
dos niños se pelearon
por la caja de galletas.
Tirón va y tirón viene
no quedó la bolsa entera
María salió rodando
y volando Fontaneda.
María quedó de canto
al pie de la fregadera
Fontaneda paró en seco
contra el dintel de una puerta.
Y fue unas horas después
cuando uno de los niños
descubrió a Fontaneda
en la puerta del pasillo.
De un puntapié la envió
al pie de la fregadera
y ésta descubrió a María
medio ahogada, medio muerta.
Le preguntó, preocupada,
¿Cómo te encuentras, María?
-Pues con esta humedad
ya me siento revenida.
Yo estoy seca -dijo ésta-
porque junto al radiador
no sé el tiempo que he pasado
pero no soy lo que era.
¡Dame un abrazo, amiga
yo absorberé tu humedad
y tu hidratarás mis grietas!
¡Las amigas siempre están
para compartir las penas!
Esta historia es la historia
de María y Fontaneda,
un canto a la amistad
envuelto en dos galletas.
27-Junio-2013-