EN BUSCA DE LA FELICIDAD
Por altos robledos y hiedrosas vides perseguí a la Felicidad con ansia de hacerla mía. Pero la Felicidad huyó, y corrí tras ella por cuestas y cañadas, por campos y praderas, por valles y torrents hasta escalar las ingentes cumbres donde chilla el águila. Crucé veloz tierras y mares; pero siempre la Felicidad esquivó mis pasos. Desfallecido y agotado, desistí de perseguirla y me detuve a descansar en desierta playa. Un pobre me pidió de comer y otro limosna. Puse el pan y la moneda en sus huesudas palmas. Otro vino en demanda de simpatía y otro en súplica de Consuelo. Compartí con cada menesteroso lo que de major tenía. Entonces he aquí que, en forma divina, se me aparece la dulce Felicidad y suavemente musita a mi oído, diciendo: "Soy tuya".
La felicidad es el destino del hombre. Todos apetecemos durables goces y placers. Si nos preguntaran cuáles son nuestros trtes más ardientes anhelos, la mayoría responderíamos: Salud, riqueza y felicidad; pero si la pregunta se contrajese al supremo anhelo, la mayor parte lo cifrarían en La Felicidad!
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,
|