SE BUSCA (1)
Por Armando Caicedo
Mi prima Azucena mantiene con Ortodoncio, su marido, un conflicto más enredado que el que separa a árabaes de israelíes. Pero el día que él desparareció, ella experimentó la muerte lenta.
Entre sollozos le pidió a su vecina que la acompañara a una estación de policía.
Describa a su buen marido.
-Señor Oficial. Un metro noventa. Alto, atlético y espigado. Ojos Azul aguamarina. Cabellos rubios ensortijados. Pecho peludo y músculos Fuertes. Bilingue. Dentadura blanquísima. Lindo con su esposa y adorable con los críos.
- ¡No mientas Azucena! -interrumpió ka vecuba- u marido es chaparro. Tiene panza de bebedor de cerveza. Es calvo, le faltan dientes y sufre de axilosis y caspa. A duras penas habla español y, como si fuera poco, te golpea y no quiere a tus hijos.
- El amable official me pide que describa a mi "buen" marido. ¿Quién diablos dijo que yo quiero que regrese el Ortodoncio?
Así es la vida.
Las estadísticas oficiales indican que de los 47,842 adultos que por estos días figuran como desaparecidos, 6,309 se perdieron "por su propia voluntad". Caso applicable a este traidor del Ortodoncio.
En mi pueblo se afirma que lo ultimo que se les escucha a los maridos infieles antes de desaparecer es:
"Amor, voy por cigarillos".
El día que mi vecina Etelvina, me llamó para rememorar el séptimo aniversario de la desaparición de su marido, lloró de coraje.
- ¡Qué rabia! Hasta ahora caigo en cuenta que el hocicón del Belarmino jamás fumó.
El drama de las desapariciones golpea cada año a miles de familias. Cada caso es único.
A vía de ejemplo va el extraño hallazgo de un desaparecido que nadie buscaba.
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,