UN CURSO DE MILAGROS
(188) La paz de Dios refulge en mi ahora.
Permaneceré muy quedo y dejaré que la tierra se aquiete junto conmigo.
Y en esa quietud hallaremos la paz de Dios.
Está dentro de mi corazón, el cual da testimonio de Dios Mismo.
No soy un cuerpo. Soy libre.
Pues aún soy tal como Dios me creó.
❤
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,
MACHI V