UN CURSO DE MILAGROS
Busco mi verdadera Identidad, y la encuentro en estas palabras:
“Soy Amor, pues el Amor fue lo que me creó”.
Ahora no necesito buscar más.
El Amor ha prevalecido.
Ha esperado tan quedamente mi regreso a casa, que ya no me volveré a apartar de la santa faz de Cristo.
Y lo que contemple dará testimonio de la verdad de la Identidad que procuré perder, pero que mi Padre conservó a salvo para mí.
Padre, te doy gracias por lo que soy; por haber conservado mi Identidad inalterada e impecable en medio de todos los pensamientos de pecado que mi alocada mente inventó. Y te doy gracias también por haberme salvado de ellos. Amen.
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,