UN CURSO DE MILAGROS
Tan sólo necesito contemplar todo aquello que parece herirme, y con absoluta certeza decirme a mi mismo: “La Voluntad de Dios es que yo me salve de esto”,
para que de inmediato lo vea desaparecer.
Tan sólo necesito tener presente que la Voluntad de mi Padre para mí es felicidad, para darme cuenta de que lo único que se me ha dado es felicidad. Tan sólo necesito recordar que el Amor de Dios rodea a Su Hijo y mantiene su inocencia eternamente perfecta, para estar seguro de que me he salvado y de que me encuentro para siempre a salvo en Sus Brazos.
Yo soy el Hijo que Él ama.
Y me he salvado porque Dios en Su misericordia así lo dispuso.
Padre, Tu Santidad es la mía. Tu Amor me creó e hizo que mi inocencia fuese parte de Ti para siempre. No hay culpabilidad o pecado en mi, puesto que no los hay en Ti.
LO SIENTO, por las memorias de dolor que comparto contigo,
TE PIDO PERDÓN por unir mi camino al tuyo para sanar,
TE DOY LAS GRACIAS porque estás aquí para mí y
TE AMO por ser quien eres.
AQUIETA TU MENTE Y AHI ENCONTRARAS A TU DIOS
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,
MACHI V