En el plano de la conciencia o espíritu, todos
estamos conectados con todos y con todo. (Ya saben
en realidad no hay DOS) .Mientras que nuestro
cuerpo puede parecer una estructura física sólida,
en realidad es un río inagotable de energía e
información, intercambiándose constante con el
medio ambiente que nos rodea.
Nuestro lenguaje refleja la comprensión innata de nuestra naturaleza esencial energética. Decimos cosas como: "Tus palabras realmente resonaron en mí", o "No cuadro con lo que expresa esa persona”. Estas no son sólo metáforas sino que realmente sentimos la energía de las otras personas así como ellas sienten las nuestras, relacionándose…y nos afectamos a un nivel profundo.
Como seres energéticos, nuestro potencial para afectar a otros con nuestra energía o estado de ser es a la vez un gran regalo y una gran responsabilidad. Cuando caminamos por una habitación, nuestra energía emana de nosotros. Sin decir una palabra, nos comunicamos a través de nuestra energía, creando una onda que puede afectar a todos los que conocemos. Si nuestro estado de bienestar se centra en el amor y la compasión, comunicamos esa energía a los otros. De la misma manera, si estamos sumidos en el juicio, la hostilidad o resentimiento, comunicamos eso también.
Un amigo mío compartió una historia personal que ilustra el poder de mantenerse centrado en paz. Estaba caminando por la calle de una ciudad en la que se encontraba de visita y por impulso entró en una panadería, atraídos por las delicias de la vidriera.. Tan pronto como entró por la puerta percibió conflicto. El dueño de la panadería estaba gritando a la chica que trabajaba en el mostrador. Ella estaba llorando y estaban tan absortos que no se dieron cuenta de que un cliente había entrado en la tienda. Mi amigo me dijo que pensó de repente: puedo traer armonía aquí.
Dio la espalda mientras se percataban de su presencia…y siendo atendido se mantuvo centrado en su profunda paz. (SOY PAZ) Él había adoptado esa práctica como parte de su meditación durante muchos años, y en lugar de quedar atrapado en pensamientos de irritación o crítica, fue capaz de sentir compasión por el gerente y la chica. Pudo sentir la atmósfera en la panadería suavizarse, y aunque serán tal vez pocos los que lo crean, el gerente y la chica en el mostrador intercambiaron sonrisas. En el momento en que mi amigo se fue, los vio abrazarse y expresarse mutuas disculpas.
¿Puede tu mera presencia traer paz en una situación similar? Sin duda que sí!...El primer paso es creer que es posible; el segundo es la voluntad de actuar únicamente como una influencia pacífica, sin interferir activamente, en silencio si se puede, o hablando de una manera consciente, si se hace necesario. Hablar conscientemente o mantenerte en silencio solo se logra estando centrado en EL SER QUE SOMOS.
Los conflictos tienen sus raíces en la incoherencia, las emociones turbulentas ,los pensamientos caóticos y la conciencia fragmentada ( o sea la mente que se cree separada). En lugar de sumar a la confusión con reacciones de miedo, culpa, o ira, podemos enfocar nuestra atención en SER LA PRESENCIA DE LA PAZ, la misericordia y la compasión. No se trata de utilizar el "pensamiento positivo" o manipular artificialmente nuestros pensamientos, porque a pesar de esos esfuerzos bien intencionados, provienen también de la mente fragmentada, no del SER, y sólo aumentan el estrés. En lugar de eso, nos ponemos en contacto con la parte nuestra que ya ES PAZ, AMOR Y COMPASIÓN . Nuestro verdadero SER. Podemos distraernos un poco, pero en verdad nunca dejamos de estar SIÉNDOLO.
¿Cómo expandir esa consciencia amorosa y compasiva? En mi experiencia, pasar tiempo en paz interior, como en meditación, pero en distintos momentos del día, es una de las mejores herramientas para despertar a lo que realmente SOY.
Meditar no es más que permanecer lo más posible en un estado de consciencia que trasciende lo mental. Más allá del miedo y el malestar, más allá del pensamiento de separación…entonces surge ese estado de consciencia de UNICIDAD.
Esta experiencia de unidad y silencio interior es muy refrescante, lo que nos permite desentrañar suavemente viejos patrones de pensamiento y juicios condicionados, liberándonos para experimentar ser más lo que realmente somos y a la vez nos permite ver a los demás como realmente son. Esta clara visión a nivel del alma es la base de la paz. Disuelve las barreras de "nosotros" y "ellos" y abre la puerta a la compasión del UNO.
Los invito a tomar cinco minutos para establecerse en la paz. Siéntense en silencio con los ojos cerrados y tomen unas cuantas respiraciones profundas y prolongadas. Ahora pongan su atención en el corazón y en silencio repitan estas tres palabras: paz, armonía, amor. Permitan que estas palabras irradien desde la quietud de sus corazones hacia sus cuerpos…y mucho más allá!
Permanezcan en silencio unos minutos…y recurran a éste silencio reparador, cada vez que lo recuerden…estén en la situación que estén.
SOY PAZ!
Abrazada a ustedes en el Uno…
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