CUANDO TE SIENTAS ENOJADO
Recordad esto, queridos hermanos: todos
debéis estgar dispuestos a escuchar; en
cambio, debéis ser lentos para hablar y
para enojaros, porque el hombre enojado
no hace lo que agrada a Dios. Así pues,
despojaos de todo lo impuro y de la
maldad que tanto abunda, y aceptad
humildemente el mensaje sembrado en
vuestro corazón. Ese mensaje tiene poder
para salvaros.
Pero no basta con oír el mensaje; hay que
ponerlo en práctica, y pues de lo contrario
os estaríais engañando a vosotros mismos.
El que sólamente oye el mensaje, pero no
lo practica, es como el hombre que se mira
la cara en un espejo: se ve a sí mismo, pero
en cuanto se de la vuelta se olvida de como
es. En cambio, el que no olvida lo que
oye, sino que considea atentamente la
ley perfecta, que es la ley que nos trae
libertad, y permanence firme cumpliendo lo
que ella dispone, sera feliz en todo lo que
hace.
Santiago 1.19-25
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