CRITICONES DE OFICIO
Nunca pueden faltar. En todos lados aparecen. Sin que nadie los llame. Y es que no es malo contar con criticones de oficio (muchas veces hasta yo me considero uno de ellos).
Claro, hay que hacer la diferencia entre los que hacen críticas constructivas, y los que hacen críticas destructivas.
¿Y cuál es la diferencia?
Los que hacen críticas constructivas presentan el problema, y a continuación presentan las soluciones, o las posibles maneras de encarar el problema.
Los que presentan críticas destructivas presentan sólo los problemas.
El que presenta críticas constructivas aporta soluciones, te permite que crezcas, ofrece perspectivas distintas, ofrece otro punto de vista.
El que presenta críticas destructivas aporta cizaña, malas influencias, envidia, egoismo.
En días pasado alguien escribía en uno de mis blogs: “Este Blog es malísimo”. ¿Y entonces? ¿Qué hago para mejorar el blog?
Ese color no te queda bien. ¿Y cuál me queda bien?
No hables de esa manera. ¿Cómo hablo? ¿Cómo debo hablar?
Y tu, ¿qué tipo de críticas haces?
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,