Lunes, 5 De Noviembre
2018
Lunes de la trigésima primera semana del tiempo ordinario
Calendario ordinario
San Guido María Conforti - San Zacarías Isabel -
Carta de San Pablo a los Filipenses 2,1-4.
Hermanos:
Si la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si algo vale el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu, o la ternura y la compasión,
les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento.
No hagan nada por espíritu de discordia o de vanidad, y que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos.
Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino también el de los demás.
Salmo 131(130),1.2.3.
Mi corazón no se ha ensoberbecido, Señor,
ni mis ojos se han vuelto altaneros.
No he pretendido grandes cosas
ni he tenido aspiraciones desmedidas.
No, yo aplaco y modero mis deseos:
como un niño tranquilo en brazos de su madre,
así está mi alma dentro de mí.
Espere Israel en el Señor,
desde ahora y para siempre.
Evangelio según San Lucas 14,12-14.
Jesús dijo al que lo había invitado: "Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.
¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!".
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
San Vicente de Paúl (1581-1660)
presbítero, fundador de la Congregación de la Misión y las Hijas de la Caridad
Extracto del informe sobre el estado de las obras, 11/07/1657
Es para honrar a nuestro Señor, para entrar en sus sentimientos, para estimarlos, hacer lo que él ha hecho y ejecutar lo que ha ordenado. Sin embargo sus sentimientos más grandes han sido, el cuidado de los pobres para curarlos, consolarlos, asistirlos y encomendarlos; éste era su deseo. Y él mismo ha querido nacer pobre, recibir en su compañía a los pobres, servir a los pobres, ponerse en el lugar de los pobres, hasta llegar a decir que el bien y el mal que hagamos a los pobres, lo considerará como hecho a su persona divina (Mt 25,40). ¡Qué amor más tierno podría manifestar hacia los pobres! Y ¿qué amor, os ruego, podemos tener por Él, si no amamos aquello que Él amó? Tanto, que éste es el tipo de amor, para amar a los pobres; es el bien servir, y es honrarlo como él quisiera que le imitáramos...
Ahora bien, si este bondadoso Salvador, se siente honrado por esta imitación, ¡cuánto más nosotros, debemos considerar un gran honor parecernos en esto a él! ¿No os parece que este es un motivo muy poderoso para renovar vuestro primer fervor? Para mí, creo que debemos ofrecernos hoy a su divina Majestad..., de suerte, que se pueda decir ahora de vosotros que es "la caridad de Jesucristo la que os apremia» (2Co 5,14). A.O.N.
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,