Pablo Neruda, alabado por otro grande: G. G. Márquez
Gabriel García Márquez decía de Neruda era el poeta más grande que la literatura había parido en el s. XX, y podría exagerar o no, pero nadie duda de la calidad de sus obras.
La vida nada fácil de Neruda bien le pudo servir para escribir algunos escritos más solemnes y dramáticos, sin embargo, su poesía es dulce, directa al corazón y al sentimiento. Y aunque hay cierto hilo triste en sus versos, lo que más predomina es el amor puro, ese que se entrega desinteresadamente aún a riesgo de que te lo roben todo… Y si no, sigue leyendo estos versos que te copio a continuación de su Soneto 22:
“Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angola, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.