Hay tres lecciones que yo trazara con pluma ardiente que hondo quemara, dejando un rostro de luz bendita doquiera un pecho mortal palpita.
Ten Esperanza. Si hay nubarrones, si hay desengaños y no ilusiones, descoge el ceño, su sombra es vana, que a toda noche sigue una mañana.
Ten Fe, Doquiera tu barca empujen brisas que braman u ondas que rugen. Dios (no olvides) gobierna el cielo, y tierra, y brisas y barquichuelo.
Ten Amor; y ama no a un ser tan sólo, que hermanos somos de polo a polo, y en bien de todas tu amor prodiga, como el sol vierte su lumbre amiga.
¡Cree, ama y espera! Graba en tu seno las tres, y aguarda firme y sereno fuerzas, donde otros tal vez naufragen, luz, cuando muchas a oscuras vaguen.
Autor: Rafael Pombo
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