Dulces melodías que acarician los oídos,
Como cantos de alegría de ruiseñores que le cantan al amor
con voces que enamoran
y hacen bailar los cuerpos con movimientos
sensuales, cadenciosos de pavos reales.
que demuestran sus frenéticas danzas como los bailarines más experimentados.
Música que nos envuelve y nos transporta a donde
hay alegría, amistad y esperanza.
En dónde vienen a la mente los más dulces recuerdos de aquellas canciones de juventud.
Se olvidan penas y tristezas al compás de una canción
Los recuerdos se quedan en el pensamiento,
el ritmo se lleva en la sangre y la música en el corazón.