Se desgarra la niebla del tiempo. Surgen de entre las sombras los pasadizos secretos, Esos que te recuerdan tus andares, tus cuitas y alegrías. Tus delicadas manos tocan las grietas de tu rostro. Grietas que señalan los grises de risos perfumados. Se han agudizado los sentidos, Ahora conoces de colores y sabores nuevos, de zumbidos de ruiseñores alegres, del tacto de las olas sobre tu piel desnuda. Ahora sabes degustar la vida intensamente, con sus agridulces y sus mieles, con la angostura de labios gélidos a veces. Tus ojos se agudizan con las miradas indiferentes. Miradas que gritan a voces “no interesas” Muérete sola, canta sola la melodía del mar que te llama. Duerme sola entre sábanas frías, como cuando duermas bajo la lápida que cubrirá el despojo de tu esencia. Esencia libre que cantará y bailará por los rumbos mágicos de la eternidad. Carmen Amaralis Vega Olivencia