ABSOLUTA SOLEDAD
Ya no estás aquí,
Cuando más te necesito,
Cuando más preciso de un abrazo
Buscando unos ojos tibios
Tibieza que resucite mi espíritu moribundo,
Es que la muerte me arropó
Se quebraron mis huesos en la despedida,
Cuando te dejé bajo la lápida.
A ti, la más querida.
No estabas ahí,
Se detenía el tiempo,
Se nublaba la vista,
Todo incierto,
Nubarrones cubrían mi entendimiento.
Cómo comprender esa sensación tan profunda de soledad,
Soledad que calaba mi alma bien adentro.
Sola y triste,
Calló el entorno y un zumbido ensordeció me existencia.
Como se puede sobrevivir tanta soledad,
Si la luz de tus ojos verdes.
Tan verdes como el agua del manantial de la vida,
Tan verdes como el pasto fresco sobre mi ruta incierta,
Sin la frescura de tu risa
Risa siempre a flor de labios,
Labios que besaron mis tiernas mejillas al nacer.
Me dejaste sola
Y ahora solo vivo de tu recuerdo.
Carmen Amaralis Vega Olivencia