LA ESPIGADORA
Esta mañana muy tempranico
salí del pueblo con el atico,
y como entonces la aurora venía
yo la recibía cantando como un pajarico.
Esta mañana muy tempranico.
Por los carriles y los rastrojos,
soy la hormiguita de los despojos,
y como tengo muy buenos ojos
espigo a veces de los manojos.
La espigadora con su esportillo
hace la sombra de la cuadrilla,
sufre espigando tras los segadores
los mismos sudores que el hombre
que siega y que trilla.
La espigadora con su esportilla.
En cuanto suenan las caracolas
por esos trigos van ellas solas
y se engalanan con amapolas
sin avalorios ni hangaripolas.
Ay, ay, ay, que trabajo nos manda el Señor,
levantarse y volverse a agachar
todo el día a los aires y al Sol.
Ay, ay, ay, que memoria de mi, segador,
no arrebañes los campos de miel
que detrás de las hoces voy yo.
Ay, ay, ay, no arrebañes los campos de miel,
porque espero que vengas tú aquí
“pa” que sepas lo que vale un querer.