No lo sé, nunca jamás lo entenderé,
¿Por que van de luto negro y serrado? Las notas musicales, que apresas en tus dedos.
Están rotas, apagadas, pálidas y oxidadas,
Al igual que las letras de mis cartas y los versos de mis poemas.
Que se ven totalmente cubiertos, de mis limpias y cristalinas lagrimas.
Es una idea verdadera que pasa y no piensa,
Tendré que hacer una parada en el tiempo,
Regare profusamente de llanto, las flores de los siglos, plantadas en las estrellas.
Atrapare la verdad del pensamiento, de todo el que me presienta.
Tal ves puede ser, que encuentre una respuesta, no lo se.
El dolor de mis versos, quedó pegado, al vidrio de una ventana.
¿ Dónde se ocultan todos? Déjenme ver el rastro del tiempo.
Estar viendo morir de a poco, las pálidas sombras sin reflejos y sin asombro.
Tratar de ir, tras la pista de la brisa.
Escuchar el triste canto del tiempo, en un viejo reloj de péndulo.
Es que tan solo, todo envejece, en el reflejo del espejo.
En este lugar tan frío y de un gris opaco, es donde habitan algunas lunas.
Mismo lugar donde nacen y crían, las ausencias y el olvido.
No caminen con ese sucio manto, en las manos,
Tapándose los ojos y borrando, todo el azul del cielo, que esta limpio y claro, como mi yo.
¿Quién olvido su encomienda? Y no cumplió su mandado.
Dejando toda la verdad olvidada, en rocas secas, en compañía de aves mudas y taciturnas flores.
Y tan solo era no dejar brillar a la torpeza,
Que pequeño y estrecho es el camino al cielo.
Y que mensaje tan serio y duro para todos,
Ver como cae la tristeza, de unos ojos sinceros.
RAFAEL VICENTE PADRON RUIZ