Jueves, 10 de Octubre, 2019:
Jueves de la vigésima séptima semana del Tiempo Ordinario
Calendario ordinario
San Daniel Comboni
- Santos Eulampio y Eulampia -
Libro de Malaquías 3,13-20a.
Ustedes hablan duramente contra mí, dice el Señor,
y todavía preguntan: "¿Qué hemos dicho contra ti?". Ustedes dicen: "Es inútil servir a Dios, ¿y qué ganamos con observar sus mandamientos o con andar enlutados delante del Señor de los ejércitos?
Por eso llamamos felices a los arrogantes: ¡prosperan los que hacen el mal; desafían a Dios, y no les pasa nada!".
Entonces se hablaron unos a otros los que temen al Señor. El Señor prestó atención y escuchó: ante él se escribió un memorial, en favor de los que temen al Señor y respetan su Nombre.
Ellos serán mi propiedad exclusiva, dice el Señor de los ejércitos, en el Día que yo preparo. Yo tendré compasión de ellos, como un hombre tiene compasión de su hijo que lo sirve.
Ustedes volverán a ver la diferencia entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no lo sirve.
Porque llega el Día, abrasador como un horno. Todos los arrogantes y los que hacen el mal serán como paja; el Día que llega los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles raíz ni rama.
Pero para ustedes, los que temen mi Nombre, brillará el sol de justicia que trae la salud en sus rayos, y saldrán brincando como terneros bien alimentados.
Salmo 1,1-2.3.4.6.
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche!
El es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien.
No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento.
Porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal.
Evangelio según San Lucas 11,5-13.
Jesús dijo a sus discípulos:
"Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: 'Amigo, préstame tres panes,
porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle',
y desde adentro él le responde: 'No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos'.
Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario.
También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá.
Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.
¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente?
¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!".
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Juliana de Norwich (1342-después de 1416)
reclusa inglesa
Revelaciones del amor divino, cap. 6
Esta revelación fue dada a mi entendimiento para enseñar a nuestras
almas la forma de adherirse sabiamente a la bondad de Dios. Y en ese mismo momento vinieron a mi mente nuestros hábitos de oración, cómo en nuestra ignorancia acerca del amor acostumbramos a emplear muchos intermediarios. Entonces vi verdaderamente que se honra y satisface más a Dios cuando le rezamos por su bondad... que cuando empleamos todos esos intermediarios en los que puede pensar el corazón. Pues recurriendo a tales mediadores hacemos muy poco y no glorificamos plenamente a Dios. Su bondad es plena y completa, de nada necesita...
Por lo tanto, le agrada que le busquemos y honremos a través de sus mediaciones, con tal que comprendamos y sepamos que él es la bondad de todo. Pues la forma más elevada de oración es la que se dirige a la bondad de Dios, que desciende a nuestras más humildes necesidades. Da vida a nuestras almas y las hace vivir y crecer en gracia y virtud. Es la más cercana a nuestra naturaleza y la más pronta a la gracia, pues es la misma gracia que el alma busca y buscará siempre, hasta que conozcamos verdaderamente a nuestro Dios, que nos ha encerrado a todos en él...
Es decir, no existe ser creado que pueda saber cuánto y qué dulcemente y cuán tiernamente el Creador nos ama. Por lo tanto, con su gracia y su ayuda, podemos perseverar, con asombro infinito, en la contemplación espiritual de ese gran amor, incomparable, sin medida, que nuestro Señor en su bondad nos tiene; y por tanto podemos pedir con reverencia a nuestro amante todo lo que deseamos, pues nuestro deseo natural es tener a Dios, y el deseo de Dios es tenernos a nosotros, y nunca podremos dejar de desear o de amar hasta que le poseamos en la plenitud de la alegría. Y entonces no querremos nada más, pues es su voluntad que nos ocupemos en conocer y amar hasta que llegue el tiempo en que seamos colmados en el cielo.
♥ Alex & Odris ♥®
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,
MACHI V