Poner los garbanzos en remojo la noche anterior.
Poner el bacalao a desalar durante 24 horas, cambiando el agua al menos cada 8 horas.
Sacar del agua, quitar la piel y las espinas, secar y desmigar.
Lavar las espinacas, escurrirlas y trocearlas.
Poner los huevos en un cazo, cubrirlos de agua y poner al fuego durante 15 minutos.
Sacar los huevos, dejarlos enfriar, pelarlos, cortarlos en gajos y reservarlos.
Poner una olla al
fuego con agua abundante y agregar la mitad del aceite, el laurel, los
ajos enteros, sin pelar y con un corte, una de las cebollas pelada y
partida por la mitad.
Cuando esté a punto de hervir echar los garbanzos y dejarlos cocer a fuego lento y tapados hasta que estén tiernos.
Entonces agregar el bacalao y las espinacas, salar y dejar cocer durante unos 10 minutos.
Mientras tanto poner
al fuego una sartén con el resto del aceite y cuando esté caliente,
bajar el fuego y echar las otras dos cebollas bien picadas, remover con
la cuchara de palo.
Cuando la cebolla esté
blanda, añadir la harina y el pimentón, removiendo bien para evitar que
se formen grumos, añadir unas cucharadas del caldo de los garbanzos,
mezclar todo bien, subir el fuego y rehogar moviendo con la cuchara de
palo durante 1 minuto.
Entonces verter en la olla, remover y dejar cocer a fuego lento durante unos 15 minutos, con la olla destapada.
Poner todo junto en una sopera y antes de servir añadirle los huevos duros cortados.
Servir bien caliente.