El Arzobispo de Salta (Argentina), Mons. Mario Cargnello, expresó este 4 de diciembre su perplejidad ante el ataque cometido ayer por un grupo de feministas contra la Cruz del Congreso Eucarístico Nacional de 1974, a cuya base prendieron fuego.
La Cruz del Congreso Eucarístico Nacional fue levantada en septiembre de 1974 al pie del cerro San Bernardo, en Paseo Güemes esquina pasaje Del Milagro, en el centro de la ciudad.
Acerca del intento de profanar la Cruz del Congreso Eucarístico Nacional de Salta
En los Medios de Comunicación se ha informado acerca del intento, por parte de un grupo de personas, de profanar la Cruz del Congreso Eucarístico Nacional en las proximidades del monumento a Güemes en nuestra ciudad de Salta.
No es fácil reflexionar sobre un hecho que nos resulta absurdo y nos deja perplejos. ¿Qué significa? ¿Qué mensaje nos transmite? ¿Qué se pretende?
Esa Cruz fue plantada como una llamada a la unidad de todos los argentinos. Levantado en alto sobre la tierra el Señor Jesucristo nos atrae hacia Él. Él nos reconcilia con Dios en un solo cuerpo por medio de la Cruz. Por eso la Cruz se ha convertido en un signo de la aspiración profunda del Pueblo de Salta a ser un pueblo fraterno, justo, acogedor, pacífico y pacificador.
Al Señor, que nos interpela desde la Cruz proclamando la fuerza vivificante del amor confiamos las personas que intentaron quemar este signo bendito. Que Él, por la acción de Su Espíritu les permita abrir sus mentes y sus corazones a Su Verdad amorosa que libera y nos hace capaces de fraternidad.
Pido a quienes alimentan actitudes hostiles, que por momentos se tornan muy peligrosas, que reflexionen y crean en la fuerza del amor que vence al odio, de la unidad que nos ayuda a ser más humanos.
Mario Cargnello
Arzobispo de Salta
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,
MACHI V