¿Cómo conseguir que
nuestro jardín o terraza luzca todo el año? ¿Qué plantas debemos elegir
para obtener una melodía de colores acorde con la estación que
estamos?
Estas son algunas de
las preguntas que debemos hacernos en el momento de diseñar y
planificar las flores y plantas que decorarán nuestro gran o pequeño
espacio verde. Los conceptos se pueden adaptar a todos los sitios y
dimensiones. Sólo es necesario imaginarse los colores que queremos que
luzcan en el exterior en cada temporada.
Primavera Esta
es la estación que a primera vista parece la más lucida. Muchas
plantas muestran su mayor esplendor entre marzo y abril. Los jardines y
terrazas rebosan de aroma y color. Aún así, algunas de las especies
recomendadas para jardines son las Spireas, también llamadas
corona de novia, unos arbustos de hoja caduca muy rústicos que viven en
todos los suelos y exposiciones. Existen gran variedad de Spireas, la
arguta, la billardii, la bumalda o la japónica, entre otras. Su flor se
extiende a lo largo de las ramas. Otra buena elección del mismo estilo
es la Forsitia, también arbusto de hoja caduca que a partir de marzo salpica nuestro jardín con un vistoso estallido de flores amarillas. El granado
también nos ofrece sus bonitas flores rojas en primavera verano y sus
pequeñas dimensiones lo hacen un árbol muy adecuado para pequeños
parterres o jardines reducidos.
Verano Una
estación seca, con mucha luz pero con escasas precipitaciones hace que
sólo las plantas más resistentes puedan sobrevivirlo en flor. Una de
las especies recomendadas es el Mirto, un arbusto perenne
típico de la vegetación mediterránea que se adecua a cualquier terreno y
orientación, incluso a la sombra. Otras plantas que florecen durante
el verano son la Altea, de grandes flores rojas, púrpura
oscuro, amarillo, blanco, rosa y violeta en diferentes especies
cultivadas. El duelo a vistosidad se lo disputan la Azucena, o Lilium, fácil de cultivar si colocamos la parte baja de la planta a la sombra y las flores, y la Balsamina, o mirabelindos, otra planta muy adaptable con floración de junio a septiembre que le gusta estar al sol o a media sombra.
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Azucena o Lilium (verano)
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Otoño En
otoño los toques de color nos los darán las plantas caducifolias, una
amplia paleta de ocres, marrones y anaranjados irá conduciéndonos
paulatinamente hasta el duro invierno. Flores como el clavel moro, las petunias o la lantana compondrán el resto de la sinfonía de tonalidades. El crisantemo,
una herbácea arbustiva, nos perdurará todo el invierno con sus flores
de oro. La calabaza de adorno, además de ofrecernos la posibilidad de
usar su fruto para hacer decorativos centros, es otro punto de color
para nuestro jardín. No podemos nombrar todos y cada uno de los árboles
caducifolios, pues son muchos, pero cualquiera de ellos será una buena
elección. Sólo será necesario que tengamos en cuenta las necesidades
de suelo, exposición al sol y plantación de cada uno.
Invierno El Acebo,
con sus decorativos frutos, la hortensia de invierno o el espino de
fuego son las tres plantas que recomendamos para lucir un jardín en
invierno. El acebo es un arbusto de tallos leñosos y de porte compacto
con diferentes variedades de hoja, matizados en blanco, o verde intenso,
con vistosas bayas rojas que nos recuerdan la navidad. La hortensia de invierno,
menos vistosa que su hermana, tiene unas grandes hojas que rodean las
delicadas flores, como protegiéndolas del frío. Se adapta a terrenos
difíciles y calcáreos y tolera bien la sequedad. Por
lo que respecta al espino de fuego, es una planta arbustiva
perennifolia de fácil cultivo mientras las condiciones meteorológicas y
el terreno ofrezcan un buen grado de humedad. Cabe destacar su
espectacular fructificación, que nos ofrecerá un intenso toque
anaranjado, de ahí la relación de su nombre con el fuego.
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