ANTE LA DUDA, “DI NO SE.”
Hay momentos
en los que dudamos y parecemos la indecisión personificada, situaciones
que no son planificadas y en las que no sabemos cómo actuar. Si
reposamos lo vivido, nos daremos cuenta de que se aprende sobre la
marcha.
No siempre
sabemos reaccionar en el momento ni verbalizar lo que queremos. Nos
presentan un plan alternativo al que habíamos pensado para el fin de
semana y nos sale la actitud de agradar. Total, nos decimos, podemos
pasar un buen rato de una forma diferente y si alguien está a gusto con
nosotros ¿por qué no? Pero si hay otra persona a la que le disgusta el
plan, nuestro afán de agradar puede convertirnos en marionetas en manos
de los demás.
En realidad,
en ese momento, necesitaríamos tener más tiempo para saber sinceramente
qué queremos hacer nosotros. Pero los acontecimientos tienen su propia
velocidad y no siempre resulta fácil parar.
Cuando te veas
indecisa, simplemente, di: “No sé”. Date permiso para no tener que
decidir en el momento, y estando en la duda tienes más tiempo para dejar
sentir lo que quieres hacer.
No siempre
podemos hablar con claridad porque hay situaciones enrevesadas en las
que están presentes diferentes personas, cada una con su forma de ser.
Los grupos son más difíciles de desenvolverse en ellos que de uno en
uno.
Si tienes
dudas, no sabes por dónde tirar, verbalízalo con un: “No sé”. Es mejor
que dejarte llevar cuando sientes algo en tu interior que te frena,
cuando hay algo que te incomoda o no te deja estar suelta. Es ese
semáforo interior que te avisa de que le tienes que hacer caso.
Habrá otros
momentos en los que ante tu indecisión te dejarás llevar sin más
problemas por lo que surja sobre la marcha, haciendo esos planes fuera
de la programación que habías pensado, incluso disfrutando con ello.
Pero no cuando sientes algo dentro que te dice: “No sé si es el momento
para mí de hacer esto” o “No me apetece estar demasiado con tal
persona”.
Entonces
escucha lo que sientes y di: ”No sé”. Es una manera de darte tiempo y
algo de tranquilidad, sin presionarte a ti misma para dar ninguna
respuesta concreta. Nadie te tiene que obligar a nada mucho menos tú.
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