No sabemos si nos enfrentamos a un arma biológica.
Nadie sabe si es consecuencia de la propia intervención del hombre en la naturaleza.
Algunos incluso afirman ser el castigo de Dios.
Otros hablan de la teoría de la conspiración.
Algunos son optimistas, otros no.
Otros dicen que estamos viviendo el apocalipsis.
Sin embargo, hay una verdad indiscutible:
El mundo se detuvo.
Independientemente de las diferentes formas de pensar.
Y este virus llegó de manera oportuna.
La humanidad está locamente loca.
El hombre no tiene tiempo para reflexionar sobre sí mismo o mirar al otro, no tiene tiempo para amar a su familia.
Esta oportunidad es poner nuestra propia vida en orden.
Revisar conceptos, valores y organizar nuestra propia existencia ...
Este silencio oportuno es curativo, ya que las calles se están volviendo vacías.
Los caminos
los bares, los templos, las escuelas, las universidades, los aeropuertos se detienen ...
Y ciertamente hay, para aquellos que están atentos, un silencio en el cielo.
Algo profundamente espiritual está sucediendo y pocos pueden verlo.
Este es un silencio reverente.
Dios esta hablando.
El dolor habla
Es hora de enderezar nuestros caminos.
Muchos mueren por COVID19.
Pero hay otros virus mucho peores que matan a miles de personas todos los días.
El hambre.
Injusticia
La ambición
La omisión
Que cada uno de ustedes haga del caos de este momento un reflejo de sus acciones y su vida ...
¡Vamos a doblar las rodillas y pedirle a Dios compasión por el mundo!
Sydney Piedade