Hoy desde muy temprano pensé en Usted
Un deseo inalienable, inamovible, potente,
se paseaba muy dentro de mi.
Sabia que la necesitaba y me preguntaba
si usted a mi.
Un chispazo de felicidad dominándome a placer,
por medio de su sonrisa;
imponente, única! , tan, ,Cómo decirlo?
Perfecta, sí, perfecta.
El ejercicio se repitió durante el resto del día,
sólo pensaba en lo mucho que quería verle,
y lo mucho que su sonrisa me causaba.
Un pensamiento imperativo,
con un nombre...
precioso nombre !!!
el suyo.
Vaya usted con Dios...
JUANITA