DOS TROZOS
LA CATEDRAL DEL MAR
Ildefonso Falcones
Todas las mañanas al alba, cuando se levantaba para
acometer las tareas del payes, Bernat se asomaba a la
ventana del dormitorio. Así lo había hecho siempre con
su padre, incluso en sus últimos tiempos, ambos se
apoyaban en el alfeizar de piedra observaban el cielo
para avaticinar el día que los esperaba.
A TRAVES DEL TIEMPO
Pilar Cabero
El velero se destacaba de los demás por ser el único
que era enteramente de madera, no como los demás
barcos, más modernos, que estaban hechos con fibra
de vidrio. En el casco recién pintado de azul y blanco
podía leerse su nombre: Sirena. El mastil y la cubierta
relucían con el barniz en perfecto estado.
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,
MACHI V