Mírame... mírame bien. ¿Me ves...?. Ahora tócame... tócame bien.
Moriré pronto; partiré, como todos han partido, sin equipaje, desnudo,
¿Mas adonde iré?... no lo sé y además... de cierto, no me importa,
jamás me ha importado, pero seguro estoy de que me iré, porque todos se han ido, y que no estaré solo, estaré siempre, os lo aseguro
donde me gusta estar, como me gusta estar, mirando el horizonte,
porque debes saber que siempre he buscado el horizonte.
Siempre me han atormentado las lenguas hirientes de los puritanos,
la peste del mundo. la visión del pecado. Por más que los aparte de mi camino... están ahí a diestra y siniestra en todas partes, como las moscas, corrompiendo todo lo hermoso de la vida, como los ojos diabólicos de su morbo reprimido. ¡Están ahí!. Así que mírame, tócame pálpame, estoy acá. Y antes de irme, si quieres... ámame. pero si me has de amar, te quiero desnuda. si, desnuda, totalmente desnuda. sin tabúes sin prejuicios sin los roles que te aprisionaron desde niña. ¡Desnúdate!...
Sí, no es fácil, lo sé y lo sabes, desnudarse nunca es fácil, se desnuda la piel, mas no la vida. Es más fácil marcharse, que romper las cadenas de la vida. Bueno, estoy aquí. pero me iré algún día, en tanto aquí estaré, en esta cueva proscrita, donde no entran conciencias reprimidas.
JUANITA