Si bien el milagro eucarístico que motivó al Papa Urbano IV a instituir la Solemnidad del Corpus Christi fue el de Bolsena (Italia) en 1972, ha habido muchos acontecimientos sorprendentes a lo largo de los siglos, incluidos algunos en años recientes.
En la siguiente lista presentamos milagros eucarísticos sorprendentes en distintos países y momentos de la historia.
1. Italia (750 d.C.): El milagro de Lanciano
El milagro de la ciudad de Lanciano, en la región de Abruzzo, es uno de los más antiguos y el más importante para Italia.
Se produjo en el año 750 cuando un monje, que tenía dudas sobre la presencia real de Cristo en el pan y el vino, pronunció las palabras de consagración durante una Misa que celebraba en el monasterio de San Longino. De repente, el monje “vio cómo el pan se convertía en carne y el vino en sangre. Todo fue mostrado a los presentes”, señalan los documentos oficiales del Santuario del Milagro Eucarístico de Lanciano o Iglesia de San Francisco.
Doce siglos después, los fieles aún visitan y contemplan la reliquia que contiene la hostia del milagro, que en realidad es tejido humano en estado fresco y sangre coagulada.
El milagro fue sometido a diversos exámenes científicos entre 1574 y 1886. El más importante fue el realizado en la década de 1970 bajo el compromiso del Dr. Eduardo Linoli, director del hospital de Arezzo. En éste se descubrió que la sangre y la carne son humanas, de tipo AB, el mismo tipo de sangre que se encuentra en el Sudario de Turín.
Además, en 1973 la Organización Mundial de la Salud eligió una comisión médica para verificar los hallazgos iniciales. Después de 500 exámenes se verificaron los hallazgos y “declararon sin duda que es un tejido vivo”, algo científicamente inexplicable, según informa el Santuario del Milagro.
2. Polonia (2013): El milagro de Legnica
Este milagro eucarístico es uno de los más recientes y sucedió en la navidad del año 2013 en la iglesia de San Jacinto, en la ciudad de Legnica (Polonia).
Durante la Comunión, una hostia cayó al suelo accidentalmente. El párroco de la iglesia, el P. Andrzej Ziombra, la puso de inmediato en un recipiente con agua para que se disuelva y la guardó en el sagrario, tal como dicta el Código de Derecho Canónico. Sin embargo, dos semanas después, los presbíteros del templo notaron que la hostia no se había modificado, excepto por una mancha roja que cubría la quinta parte de su superficie.
“Decidimos informar al obispo, que estableció una comisión científica teológica especial para analizar el evento”, dijo el P. Ziombra.
Cuando se pidió a dos de los institutos de medicina forense más importantes del país que examinaran la muestra, ambos encontraron que estaba compuesta de tejido miocárdico (corazón). Además, la segunda investigación en el departamento de la Universidad Médica de Pomerania descubrió que era “músculo cardíaco humano con alteraciones que a menudo aparecen durante la agonía”.
Cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe recibió los resultados, reconoció el suceso como una experiencia sobrenatural. Éste no fue el único milagro eucarístico en este siglo para Polonia: en el año 2008, en la iglesia de San Antonio de Sokółka, ocurrió un milagro eucarístico muy similar.
3. Argentina (1992, 1994 y 1996): Tres milagros en Buenos Aires
En la parroquia de Santa María en Buenos Aires, un milagro eucarístico ocurrió no una, sino tres veces, en 1992, 1994 y el 15 de agosto de 1996.
En 1999, el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio (hoy Papa Francisco) pidió al profesor Ricardo Castañon Gómez realizar una investigación sobre lo ocurrido el 15 de agosto de 1996: una hostia que cayó al suelo durante la Comunión, fue colocada en un envase para disolver y 10 días después se transformó en sangre.
En el año 2000, un experto en tejidos encontró que las muestras tenían piel humana y glóbulos blancos. En 2003, el mismo experto dijo que el tejido era el de un corazón inflamado, lo que significa que “la persona a la que pertenecía debe haber sufrido mucho”.
En 2005, Castañon Gómez le pidió a otro experto de la Universidad de Columbia que investigara. El científico identificó el tejido como si fuera del corazón, particularmente el ventrículo izquierdo, y lo etiquetó como tejido vivo que provenía de una persona que sufre.
Castañon Gómez concluyó que el Señor “en el milagro quería mostrarnos su miocardio, que es el músculo que da vida a todo el corazón, tal como lo hace la Eucaristía con la Iglesia. ¿Y por qué el ventrículo izquierdo? Porque de ahí viene la sangre purificada y Jesús es el que purifica a su Iglesia de sus pecados”.
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,