Una familia católica en Pakistán acudió al Tribunal Superior de Justicia en su lucha por recuperar a su hija de 14 años, que según dicen, fue secuestrada por un hombre que la forzó a casarse con él y le exigió que abandonara su fe.
En declaraciones a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el abogado Khalil Tahir Sandhu confirmó que el martes 2 de junio presentó una petición a Muhammad Qasim Khan, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Lahore (Punjab, Pakistán), para apelar el caso de Maira Shahbaz.
Los testigos afirmaron que el 28 de abril Maira caminaba cerca de su casa en Madina Town, ubicado cerca de Faisalabad, cuando Nakash y dos cómplices armados se detuvieron en un automóvil, la secuestraron y dispararon balas al aire mientras huían a gran velocidad.
La familia quiere revocar el fallo del 5 de mayo del Tribunal de Magistrados de Faisalabad que dictaminó que la niña católica tiene 19 años y por ello la consideran como válidamente casada con el musulmán Mohamad Nakash. Sin embargo, el abogado presentó documentos oficiales que demuestran su minoría de edad y que Nakash, que trabaja como barbero, ya está casado y tiene dos niños pequeños.
Al respecto, Sandhu citó un certificado de nacimiento y otro documento oficial de la iglesia local y de la escuela que prueban que Maira tiene 14 años. En ese sentido, sostuvo que es falso el certificado de matrimonio que el secuestrador presentó en el Tribunal, en el que pretende mostrar que se casó con la niña en octubre pasado.
El secuestrador argumenta que, a pesar de la ley, que prohíbe el matrimonio con menores de edad, casarse con Maira está permitido oficialmente por la costumbre islámica que, según él, es válida, siempre que la niña haya tenido su primer período menstrual.
Para el abogado, “el caso de que Maira sea menor es muy fuerte” y existen muchas “lagunas y debilidades en el argumento del oponente”.“En casos como este, lo que vemos a menudo es que después de dos o tres años, la gente [secuestradores] envían a la niña a la familia cuando ya han satisfecho su lujuria y han tenido suficiente de ella”, añadió.
En mayo, el abogado recordó a ACN que en la audiencia del 5 de mayo, el magistrado de Faisalabad, Kamran Khalid, fue influenciado por unos 150 hombres que se reunieron para apoyar a Nakash.
“Estoy haciendo todo lo posible por el caso. La madre de Maira, Nighat Shahbaz, está muy triste; de hecho, ella es la imagen de la tristeza. No puedes imaginar la conmoción de perder a tu hija y perder todo contacto con ella”, dijo Sandhu. Cuando Shahbaz vió a su hija el mes pasado en el Tribunal de Magistrados, se desmayó por un ataque al corazón y fue llevada al hospital. Ahora se está recuperando lentamente, añadió.
“Lo que me motiva es mi fe en Jesús y recuerdo el pasaje del Evangelio donde Cristo revela cómo ha sido enviado a liberar a los cautivos”, dijo el abogado.
Sandhu, que fue ministro de Derechos Humanos y Asuntos Minoritarios de Punjab y también fue compañero de habitación de la universidad de Christian Shahbaz Bhatti -un ministro federal de Pakistán para las minorías que murió asesinado en el 2011-, se comprometió a plantear el caso de Maira en la Asamblea de Punyab.
En mayo, el abogado afirmó a ACN que si es necesario llevaría el caso de Maira al Tribunal Supremo de Pakistán, el mismo que absolvió a Asia Bibi en el 2018.
Lala Robin Daniel, una activista de derechos humanos, amiga y vecina de Maira dijo a ACN en mayo que “la familia Shahbaz es una de las más pobres de Madina Town. Lo poco que tienen proviene de su trabajo como personal de limpieza. El padre los abandonó y en nuestra sociedad una familia cristiana es extremadamente vulnerable”. También, dijo que Maira se vio obligada a dejar la escuela para buscar trabajo y ayudar económicamente a su familia.
Asimismo, Alessandro Monteduro, director de ACN en Italia, se refirió el 3 de junio al lamentable y reciente caso similar de Huma Younus y mostró su deseo de que Pakistán se libere de las “influencias de grupos extremistas”.
Huma Younus es una adolescente de 15 años de edad que fue raptada cuando tenía 14 años, el 10 de octubre de 2019 en Karachi (Pakistán) para ser violada, convertida a la fuerza al islam y obligada a casarse con su secuestrador, el musulmán Abdul Jabbar.
ACN señaló en marzo que aunque se demostró que Huma Younus es menor de edad por un examen médico ordenado por la justicia, los jueces no la liberaron, ni arrestaron a su secuestrador; por ello, el Tribunal Superior que liberó a Asia Bibi sería su única esperanza para ser liberada, pues los primeros niveles del Poder Judicial no le han hecho justicia a Huma.
Al respecto, el 19 de marzo hubo una audiencia en el Tribunal Superior de Sindh, provincia donde se ubica Karachi, para ver el caso de Younus, pero una vez más, la menor no fue llevada al Tribunal por su secuestrador. “Los jueces solo se limitaron a anunciar una nueva audiencia el 16 de abril de este año, fecha en la que Huma ya habría pasado 6 meses en manos de su torturador, siendo víctima de abuso diariamente”, dijo ACN en marzo.
“Esto confirma lo que siempre hemos creído”, dijo la madre de Huma, Nagheeno Younus a ACN en marzo. “Los jueces están esperando que el tiempo pase hasta que cumpla 18 años, para que puedan cerrar el caso. El hecho de que declaren que mi pequeña tiene 17 años será suficiente para que esperen unos meses y luego la abandonen a su suerte”, añadió.
Al respecto, la edad real de Huma no corresponde a los 17 años que le asignaron según el examen médico que le practicaron.
“Estos casos, considerados individualmente, ya son muy graves, pero lo que es realmente angustiante es la existencia de un verdadero sistema perverso. Cada año cerca de mil niñas y mujeres cristianas e hindúes son secuestradas del mismo modo en Pakistán. A esto se añade la ausencia de tutela por parte de las autoridades judiciales, que a menudo están influenciadas por la presiones sociales”, aseguró Monteduro el 3 de junio.
Lamentablemente, “los cristianos en su mayoría son analfabetos y no conocen sus propios derechos” y además, “son demasiado pobres para soportar los gastos legales para llevar el caso a los tribunales”, explicó Yabassum Yousaf, la abogada de Huma a ACN en el 2019. Por ello, “los secuestradores lo tienen fácil, a menudo incluso los mismos agentes de policía, además de desanimar a los padres, indican a los secuestradores escapatorias legales”, añadió.
Actualmente, en Pakistán, país de mayoría musulmana, las minorías religiosas están expuestas a asesinatos y abusos por parte de fanáticos islámicos, que incluyen los matrimonios.
Como organización benéfica para cristianos perseguidos y otros que sufren, ACN apoya la Comisión Nacional para la Justicia y la Paz y otras organizaciones en Pakistán que brindan ayuda legal y paralegal a las minorías y a quienes se ven obligados a esconderse.
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MACHI V