Empecemos el día con una expresión muy gastronómica también:no está el horno para bollos.
Si alguna vez habéis oído esta expresión es posible que os haya sorprendido bastante pero lo que en realidad significa es que nos encontramos en una situación tensa, complicada, difícil y no conviene que forcemos más la situación, que no hagamos nada que pueda agravar más esa complicación o dificultad. Es decir, que hagamos lo que hagamos, seremos inoportunos.
Por ejemplo, imaginad que acabáis de suspender un montón de asignaturas y se lo habéis dicho a vuestros padres, los cuales se han enfadado muchísimo por ello. Pues bien, ese no es precisamente el mejor momento para pedirles que os den permiso para iros de viaje o que os compren una moto, es decir, no está el horno para bollos.
O imaginad que tenéis que pedir a alguien un favor pero en ese momento esa persona está nerviosa, o enfadada… pues no es el mejor momento precisamente de pedirle el favor, porque probablemente os dirá que no ya que el horno no está para bollos.
¡En la vida como en la cocina, hay que saber muy bien cuál es el mejor momento para todo!