PEQUEÑAS ESCRITOS
"El Submarinista"
L. Robinson.
Se había pasado horas sin pensar en nada; había olvidado todas las preocupaciones del restaurante, todo, absolutamente todo.
Solo paz. Margaret dormía a su lado, hecha un ovillo. El cielo y el viento eran perfectos. El único ruido que se oía era el del tajamar
del barco surcando las olas. Se sintió vivo.
-------------------------------
GINELOSA REINA DEL PARAISO DEL VERANO.
De: Rosalind Miles
El trono de la reina se alzaba con orgullo sobre su estrado de piedra tallada.
En el centro de la estancia destacaba la Tabla Redonda, cuya inmensa
superficie resplandecía con una luz interior. La rodeaban las grandes
sillas de madera que los caballeros llamaban sus "tronos".
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,
MACHI V