En un comunicado, la Diócesis de La Rochelle y Saintes, a la que pertenece el templo, señaló que el “objetivo de los vándalos fue el mismo Cristo”, ya que no se observó el robo de bienes materiales al interior.
“El párroco encontró la gran cruz central rota en mil pedazos y el sagrario fue destruido y luego sacado fuera de la iglesia. El copón que contenía y que conservaba preciosamente la Santa Especie se encontró fuera de la iglesia, sin las hostias”, informó la Diócesis ubicada en el departamento de Charente Marítimo.
Además, se informó que el párroco presentó inmediatamente una denuncia ante la Policía y que ya se abrió una investigación del caso.
Mons. Georges Colomb, Obispo de La Rochelle y Saintes, condenó severamente el sacrilegio y declaró que “este nuevo golpe de lanza en el costado de Cristo hiere a toda la Iglesia Católica en Charente Marítimo”.
Otros obispos franceses como Mons. Bernard Ginoux, Obispo de Montauban, y Mons. Xavier Malle, Obispo de Gap, enviaron sus muestras de apoyo y encomendaron a la Iglesia de La Rochelle y Saintes en oración.
La Diócesis anunció que el vicario episcopal, P. Bernard de Lisle, celebrará una Misa de reparación el miércoles 19 de agosto a las 6:00 p.m. (hora local) en la misma iglesia de Saint-Pierre de Montendre.
En enero de este año el Ministerio del Interior de Francia contabilizó 1.052 ataques anticristianos en 2019.
Las profanaciones más recientes en el país europeo sucedieron en la iglesia de Saint-Etienne de Tonnay-Charente en noviembre de 2019, y en la iglesia de Saint-Saturnin de Port-d'Envaux en febrero de 2020.
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