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Lentamente, sin pausas, sin ataduras,
lentamente, pero sin prisas, nos unimos,
nuestras miradas y nuestros abrazos.
Lentamente, sin pausas, sin ataduras,
nos fuimos enlazando muy fuerte las manos,
arrimándonos los hombros en los momentos tristes,
y acercando nuestros sentimientos con encanto.
Lentamente, sin pausas, sin ataduras,
el tiempo nos ha dado ricamente un regalo,
el regalo de la amistad y la ternura,
que día a día tú y yo vamos cultivando.
Lentamente, sin pausas, sin ataduras,
se engrandece la hermosura de la confianza,
se llenan de sinceridad nuestras palabras,
mas la distancia se acorta con suavidad y ternura.
Lentamente, sin pausas, sin ataduras,
ha surgido entre nosotros algo que no es locura,
algo que temo sí, porque mi cuerpo siente,
y tú, a mi lado, sabes muy bien corresponderme.
Lentamente, sin pausas, sin ataduras,
daremos paso al día y a la noche reciente,
no dejaremos que pase el día sin dicha,
mas lentamente, sin pausas, sin ataduras,
salvaremos los obstáculos que se advierten.
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