Este 10 de septiembre, la estatua fue llevada a la montaña en un pequeño recorrido por los barrios de la ciudad, que vivió episodios difíciles de violencia durante los ataques del grupo terrorista del Estado Islámico (ISIS) en 2013.
La organización maronita en español, Maronitas.org, indicó a ACI Prensa que, durante el recorrido de la imagen, los cristianos de la ciudad cantaban y gritaban alabanzas a Dios, “pidiendo a San Chárbel su intercesión” para superar todo el sufrimiento que atravesaron por las persecuciones de ISIS.
Entre los meses de septiembre y diciembre de 2013, Maalula fue el escenario de varias batallas por el control de la ciudad que forzaron a los cristianos a abandonar el lugar, donde vivían unas cinco mil personas
A finales de ese mismo año, los yihadistas tomaron la urbe y secuestraron a unas 12 religiosas ortodoxas que luego de varios meses fueron liberadas en el Líbano.
En abril de 2014 el ejército sirio y la milicia chiíta libanesa Hezbolá expulsaron a los terroristas, desde entonces los cristianos han ido regresando y reparando poco a poco la ciudad.
La organización Maronitas.org agregó que Maalula es uno de “los símbolos más profundos de la existencia cristiana en el Medio Oriente”, al ser una de los últimos lugares donde todavía se habla arameo, el idioma de Cristo.
“Esta estatua representa más que una sola devoción particular al santo maronita. Es un símbolo de la fe inquebrantable a Cristo en Maalula”, comentó uno de los jóvenes que se encontraba en la colocación de la imagen a la organización.
“Todos los cristianos, sean católicos o seamos ortodoxos, nos sentimos unidos y muy honrados con esta escultura del santo ermitaño”, expresó una religiosa ortodoxa.
San Chárbel
Nació el 8 de mayo de 1828 en Beqaa-Kafra, el lugar habitado más alto del Líbano. Creció con el ejemplo de dos de sus tíos, ambos ermitaños; y a los 23 años dejó su casa en secreto y entró al monasterio de Nuestra Señora de Mayfuq, tomando el nombre del mártir sirio Charbel.
Hizo los votos solemnes en 1853 y fue ordenado sacerdote en 1859 durante el patriarcado de Paulo I Pedro Masad. Fijó como su residencia el monasterio de San Marón en Annaya.
El Padre Charbel vivió en esa comunidad por 15 años siendo un monje ejemplar dedicado a la oración, apostolado y la lectura espiritual.
Tiempo después sintió el llamado a la vida ermitaña y el 13 de febrero de 1875 recibió la autorización para ponerla en práctica. Desde entonces hasta su muerte en 1898, se dedicó a la oración (rezaba 7 veces al día la Liturgia de las Horas), ascesis, penitencia y el trabajo manual. Comía una vez al día y permanecía en silencio.
Lo único que interrumpía su oración era la gran cantidad de visitantes que llegaban atraídos por su reputación de santidad y que lo buscaban para pedir consejo, una oración o un milagro.
Fue beatificado por el Papa San Pablo VI el 5 de diciembre de 1965 durante la clausura del Concilio Vaticano II; y fue canonizado el 9 de octubre de 1977 durante el Sínodo de los Obispos.
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MACHI V