En vísperas de la fiesta de los ángeles custodios, el Secretario General de la Comisión Teológica Internacional, P. Serge Thomas Bonino, O.P., ofreció en una entrevista sólidos fundamentos sobre la naturaleza y misión de nuestros compañeros celestiales.
“La existencia de los ángeles y sus acciones en la vida de la Iglesia, así como en la vida de los seres humanos, siempre ha sido un elemento muy presente en la Escritura, y la Iglesia siempre ha enseñado esta verdad”, explicó el P. Bonino en una reciente entrevista concedida al National Catholic Register.
El presbítero, que también es decano de la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma, dijo que “en el Catecismo de la Iglesia Católica hay una parte muy importante dedicada al mundo invisible que también mencionamos en el Credo (“todo lo visible e invisible”)”.
La misión de los ángeles custodios
Acerca del papel específico del ángel de la guarda en la vida humana, el P. Bonino explicó que estos “son un instrumento de la Providencia”, y que “no son custodios indiferentes” ya que “todo lo que hacen es fruto de su propia caridad hacia nosotros”.
“Una cosa que solemos olvidar es que los ángeles son parte de la Comunión de los Santos. En el Cielo, participan del gozo de la visión de Dios. Están unidos a Dios y, por tanto, quieren lo que Dios quiere: nuestra salvación. Quieren que los seres humanos se santifiquen”, dijo, y agregó que “los ángeles de la guarda están, por amor, al servicio de los seres humanos para guiarlos por el camino que los lleva a Dios”.
En ese contexto, resaltó que los ángeles tienen el mismo poder de los santos, ya que ambos pertenecen a la Comunión de los Santos y ruegan por nosotros. “Por eso los invocamos durante la Letanía de los Santos, e incluso comenzamos por ellos, después de la Virgen María”.
“Pero los ángeles tienen una doble mediación, es decir, una mediación ascendente y una descendente. Por un lado, nos traen y transmiten la ternura de Dios; y por otro lado, nos hacen subir a Dios en oración e interceder por nosotros. Por eso la Biblia dice que ofrecen incienso a Dios, ya que el incienso es el símbolo de la oración que sube a Dios”, explicó el P. Bonino.
Agregó que “esto lo vemos claramente en la Sagrada Escritura que nos dice que los ángeles ascienden por encima del Hijo del Hombre, es decir, hacen que nuestras oraciones se eleven hacia Dios y luego desciendan para traernos las bendiciones de Dios, transmitiéndonos buenos pensamientos y gracias”.
El P. Bonino también dijo que nuestro ángel de la guarda, cuando se nos presentan dificultades y tribulaciones, “puede inspirarnos con buenos pensamientos y resoluciones”, o también “puede actuar sobre circunstancias externas de nuestra vida para protegernos en momentos difíciles, evitar accidentes, favorecer los encuentros con otras personas, etc.”.
“Todas estas acciones pertenecen a la Providencia, que se concreta a través de ellas”, subrayó.
Errores sobre la creencia de los ángeles
El P. Bonino también reconoció que los mismos cristianos cometen errores respecto a la concepción de los ángeles. Comentó que se puede caer en una “especie de infantilización de la relación con el ángel de la guarda y pensar que está aquí para cumplir todos nuestros deseos”.
“Pero nuestros ángeles de la guarda no están destinados a ejecutar nuestros deseos, sino a lograr los deseos de Dios para nosotros, para hacernos querer lo que Dios quiere para nosotros”, añadió.
Acerca de la idea sobre los ángeles que promueven espiritualidades como la Nueva Era, aseguró que “tienen muy poco que ver con los ángeles cristianos”, y por tanto, “la fe en los ángeles siempre debe ser evangelizada”.
“Eso significa que hay que pensar en el mundo y especialmente en los ángeles según los grandes misterios del cristianismo, no según la propia imaginación o proyecciones”, aseguró.
Diferencia entre ángeles y arcángeles
El P. Bonino explica que en la Biblia se pueden encontrar varias categorías de ángeles, que luego fueron sistematizadas por Pseudo Dionisio Areopagita en su obra “Sobre la jerarquía celestial”, que distinguía nueve categorías de ángeles.
“En esta jerarquía, los ángeles más altos, los querubines y serafines, son los que están más volcados hacia la adoración de Dios. Todos los ángeles adoran a Dios, pero algunos de ellos están más dedicados a esto. Los otros ángeles, que están más cerca del mundo humano, son comisionados por Dios para ayudar a los seres humanos en la tierra”, explicó.
“La categoría ‘más baja’, si puedo usar ese término, considerando que ya son infinitamente altas, son los ángeles simples. Y justo arriba están los arcángeles, quienes tienen importantes misiones con respecto a la historia humana. Es, por ejemplo, el Arcángel Gabriel quien anunció la noticia de la Encarnación a María. Estas categorías nunca fueron definidas formalmente por la Iglesia, pero forman parte de una venerable tradición. Entonces, digamos que los arcángeles están por encima de los ángeles de la guarda, como un general está por encima de un soldado”, añadió el teólogo.
El poder de los ángeles sobre demonios
El Secretario General de la Comisión Teológica Internacional aclaró que los ángeles tienen “el poder de cumplir las órdenes de Dios contra los demonios”, pero que ese poder depende del poder de Dios sobre los mismos ángeles caídos.
“Dios permite que el diablo haga cosas que de alguna manera pueden ser buenas para una persona. Por ejemplo, puede dejar que un demonio nos tiente para hacernos más fuertes, para que podamos mostrar más caridad en nuestra vida, para crecer espiritualmente. Pero Dios también puede prevenir algunas acciones demoníacas porque dañarían su diseño, y los ángeles siempre cumplen su voluntad. Por lo tanto, pueden prevenir algunas de las acciones de los demonios contra los seres humanos”, explicó el P. Bonino
Oraciones a los ángeles
Al final de la entrevista, el teólogo recomendó siempre rezar la Oración a Nuestro Ángel de la Guarda, y recordó que también hay oraciones muy hermosas durante la Misa para las fiestas de los santos arcángeles y ángeles custodios.
“Entonces podemos orarles de manera muy simple y directa, como oramos a los santos”, subrayó.
“Así como el Arcángel Rafael guió al joven Tobías durante su viaje a Ecbatana, también podemos invocarlo, pidiéndole que sea nuestro compañero de viaje, tanto para un viaje físico como para nuestro camino espiritual hacia Dios”, concluyó.
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MACHI V