Camino al entendimiento
Los cambios en la sociedad hacen que esta avance rápidamente; con ellas, las corrientes y el vocabulario. Junto al posmachismo, término que hace referencia a la reacción masculina a la liberación femenina, ha nacido el nuevo feminismo, que trata de abandonar la postura feminista radical y resaltar las cualidades que las mujeres pueden aportar en todos los ámbitos, salvaguardando su identidad y feminidad y buscando la complementación con el hombre.
Vivimos juntos y estamos condenados a entendernos; por eso, como señalan los psicólogos Trinidad Sánchez y Javier Urra, en las manos de cada uno está buscar el entendimiento con el sexo opuesto. Estos son algunos de los puntos básicos que proponen:
• Feminizar que no afeminar. En opinión de Javier Urra, "hay que feminizar las relaciones y la educación, propiciar la sensibilidad y estimular la empatía. Feminizar no se ha de confundir con afeminar. Feminizar es ser sensibles, vibrar con el otro, ponerle cariño a las plantas, transmitir afecto a los animales, sentir por y con las personas. Es la antítesis de la dureza emocional, de la psicopatía. La vacuna está, sin duda, en sensibilizar".
• Educación. Urra invita también a concienciarse en la educación de los niños: "Educarles a manejarse en la duda y en la complejidad y convertirles en adultos responsables, lo que implica saber quién es uno, aceptarse y tratar de mejorar, resolver conflictos, aprender de los fracasos, ser coherente, cumplir los compromisos, afrontar retos, tener buen humor y regalarlo y meterse en la piel del otro".
• Tolerancia y respeto. Directamente relacionado con la educación, hombres y mujeres debemos aprender y practicar la tolerancia y el respeto hacia los otros.
• La lucha de la mujer. En opinión de Trinidad Sánchez, a pesar de los grandes avances de la mujer, también tiene mucha cargas: "Para que esta situación no nos desborde y nos proporcione la calidad de vida que llevamos esperando siglos, debemos poner los límites necesarios y defender nuestras libertades y derechos salvaguardando nuestra salud física y mental, poniendo límites, expresando y reiterando nuestras necesidades".
¿Una brecha insuperable?
Los cambios sociales han llevado a que existan distintas corrientes: hay quienes defienden que hombre y mujeres somos distintos psicológica y socialmente; quienes opinan que somos iguales, pero la cultura impone la diferencia y quienes proponen una coexistencia de lo masculino y femenino en el interior de cada uno. Hoy por hoy, la corriente que tiene más adeptos es que somos distintos, pero no por eso hay una brecha insuperable. Somos complementarios. Carlos Goñi lo define en Lo femenino: “Ser hombre y ser mujer son dos modos radicales de ser persona y, por tanto, dos maneras diferentes de actuar en ele gran teatro del mundo (…). Pero esa dualidad no significa oposición, sino reciprocidad. Un mundo solo de hombres o mujeres sería impensable, no sería humano, porque lo que constituye alfombre es su referencia a la mujer y viceversa. Sería un mundo habitado por seres neutros, grises y opacos”.
ROSARIO REY