Abre Tus Brazos
Debemos
entregar y sentir amor,
pero también
gozar del cariño de los demás;
por lo tanto, no te alejes de las personas que te quieren
ni levantes un muro entre ti y el mundo,
deja que te expresen su afecto y te sentirás
arropado(a) por los lazos del amor.
Aprende a dejarte querer.
A menudo pensamos que nadie nos quiere,
pero a veces no dejamos que nos lo manifiesten.
Un buen ejercicio para aprender a recibir las muestras
de cariño consiste en situarte frente al espejo
y repetir en voz alta cuanto te quieres.
Solicita ayuda. Todos precisamos ayuda
en algunos momentos de nuestra vida,
pero que la recibamos depende sólo de nosotros,
pues en nuestra mano está pedirla.
No te avergüences por necesitar ayuda,
y mucho menos por reclamarla,
porque
dando este paso demuestras
que sabes cuáles son tus problemas y
cómo puedes
solucionarlos.