Ay como pasa el tiempo
cuando el embrujo lo envuelve
con el ardor de la noche.
Ay que temprano amanece
cuando el amor se enreda
en el regazo del alma;
cuando no hay palabras
solo silencio que habla
con palabras del idioma
que solo entienden los ojos.
Ay noche clara que te vas,
ay gozo que ya te acabas
con las tinieblas del alma,
ay pasión que me dejas
con tu dulzura en los labios,
sin saber si el corazón
aguantará tu marcha,
pero ya que de mi te vas
déjame tus caricias
entre mis besos y ansias,
llévate amor, los recuerdos
de una inmensa noche corta
y una madrugada larga.
Guarda en tu pecho de fresa
en un rincón del olvido
aquella noche y su magia,
pero si en el tiempo lejano
desempolvaras los recuerdos
que duermen en tu regazo
allí aparecerá mi espíritu
como un fantasma lejano.
HUITAR