Vives en mis pensamientos porque desde el día en que te conocí te adueñaste de ellos, al acostarme me duermo tranquila, porque sé que a la mañana siguiente tu imagen es la primera en aparecer por mi mente. Haberte conocido es la sensación más hermosa que ha podido pasar, el corazón palpitaba más de lo normal, una sensación que hace tiempo no la sentía. Eres para mí un sueño hecho realidad, pues desde la primera vez que te vi, eres la melodía más hermosa para mis oídos, eres el agua que calma mi sed, inspiración divina donde solo me basta recordarte y las palabras salen solas. Dios sabe crear las cosas más maravillosas de este mundo; una de esas cosas hermosas y maravillosas eres tú. Por eso vivo siempre agradecida porque me permitió conocerte, y ver en tus ojos el brillo divino de mi universo, ese universo donde solo vives tú.