Cuando las hadas desean un lugar mágico,sólo han de dibujarlo en su mente,y el lugar pensado se materializa, surgiendo de la nada.
Dicen que, de vez en cuando, las Hadas otorgan ese maravilloso don a algún mortal. Nunca dicen a quién le han concedido algo tan especial.
Prefieren que sean los propios mortales quienes descubran si lo poseen.
Si puedes cerrar los ojos y ver tus ilusiones dibujadas en tu pensamiento, no hay duda; eres uno de los afortunados.